Una vez reparado, el USS Underhill realizó intenso entrenamiento en combate antisubmarino en Long Island Sound.
El avión japonés lanzó minas cazabobos para alejar al destructor del resto del convoy y el USS Underhill cayó en el engaño japonés intentando desactivar al cañón el artilugio lanzado.
Al realizar la maniobra, uno de los Kaiten pasó bajo la quilla del buque y la potente explosión subsecuente partió al USS Underhill por la mitad a la altura de la sala de máquinas, permaneciendo estas dos partes, popa y proa a flote por el aire contenido.
Unos 112 tripulantes fallecieron y otros 122 fueron lanzados al agua siendo rescatados por las barcazas militares que estaban siendo escoltadas, de los 14 oficiales que llevaba el SS Underhill, solo cuatro sobrevivieron, su comandante, Robert M. Newcomb no sobrevivió a la explosión ya que el puente resultó lanzado al agua.
[3] El hundimiento del USS Underhill no le fue informado al contralmirante Charles Butler McVay III del USS Indianápolis (que carecía de detección antisubmarina) cuando solicitó escolta antisubmarina en su ruta desde Guam a Leyte.