[2] Destinado a acoger flores cortadas, esencialmente tulipanes, una de sus variedades morfológicas es el jarrón piramidal, más usado como pieza decorativa que como recipiente floral.
Los modelos más antiguos conocidos datan del siglo xvii y fueron elaborados en los Países Bajos,[3][4] decorados con los tradicionales motivos y tonos azulados de la cerámica de Delft imitando las manufacturas de la porcelana china importada por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales.
Su morfología es variada: redondos, cuadrados, ovalados, planos o alzados en pisos, brazos, etc., y en diferentes tamaños, llegando a alcanzar más de 1.5 metros de altura.
En Europa, su producción sería pronto replicada en los populares centros cerámicos alemanes como Meissen y en distintas factorías francesas.
[5][6] Además de los referidos modelos andaluz-mediterráneos (bien claveleros o floreros Valero), hay que citar la posible relación del tulipanero con la menorá (tradicional candelabro hebreo de siete brazos), de evidente similitud estructural.