Su vida, obra y participación en los sucesos históricos del sindicalismo colombiano están consignados en el libro “El Sindicalismo en Colombia: Una historia para resurgir”, escrito por su esposa, la escritora, periodista y abogada, María Alicia Cabrera Mejía.
Desde su niñez y juventud, debió trabajar para colaborar con los gastos del hogar.
Al finalizar las jornadas de trabajo, se entretenía leyendo la prensa que no había sido vendida y comenzó a familiarizarse con los problemas económicos del país mientras estudiaba en la escuela pública.
Por esta acción, Tulio Cuevas fue demandado por secuestro y llevado a la Comisaría donde horas después sería dejado en libertad.
Debido al apoyo que dio a los huelguistas desde la UTRAVAL, Cuevas logró notoriedad nacional durante la dictadura militar de Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957), especialmente por una huelga que llevó a cabo con los trabajadores de la empresa Postobón.
Por aquel entonces cualquier agitación del orden público era sancionada con cárcel, sin embargo la huelga de Postobón fue reconocida como un derecho.
[2] Desde la central obrera Tulio Cuevas, continuó con la doctrina social de la iglesia católica.
Por lo que realizó misiones diplomáticas que incluían visitas a Estados Unidos y a naciones socialistas, como la Unión Soviética (URSS), aunque su pensamiento se mantuvo al margen del pensamiento comunista.
Lo anterior, llevó a que el gobierno decretara el Estado de Sitio y la emergencia económica, aumentando la crisis interna.
Al día siguiente, la tensa situación de orden público llevó al cese de actividades en colegios, industrias y almacenes, por lo que la medida se extendió por tres días más.
Debido a que en un primer momento la Asamblea estaba organizada en cuatro Comisiones, algunos parlamentarios se dirigieron a los jefes de sus movimientos para expresar que no se sentían identificados con los temas de estas comisiones.
[8] A los que se sumaron otros temas considerados de índole social como la maternidad, familia, derechos de la mujer, estado civil, niños, discapacidad, personas de tercera edad, trabajo digno, huelga, asociación, espacio público, vivienda, salud, servicios públicos, la participación, negociación y concertación laboral, entre otros.
Finalmente, el trabajo de la Comisión Quinta dejó como resultado 17 ponencias sobre los temas ya mencionados.
Y haciendo un paralelo con Colombia sobre la tenencia y distribución de la tierra, llamó la atención sobre dicha problemática, presentándola como una cuestión de justicia social, vital para los trabajadores del país.
Ante la renuncia del expresidente Pastrana, Cuevas lamentó la decisión, en lo que consideraba, era una pérdida para el país.
En respuesta, la Asamblea creó una comisión accidental compuesta por Aída Avella, Tulio Cuevas, Carlos Giraldo, Germán Rojas, Darío Mejía, Carlos Rodado y Rosemberg Pabón para que asistieran en calidad de observadores.
La comitiva vio con buenos ojos los avances realizados por el gobierno y los grupos armados.
No obstante, el 30 octubre, una facción del EPL retomó las armas, seguido de las demás fuerzas guerrilleras[3] y el gobierno recrudeció su postura frente a los grupos insurgentes.
El pensamiento e ideas innovadoras para el sindicalismo en el país, escritas por Tulio Cuevas se encuentran consignadas en dos obras de su autoría.