[1][2] Suelen aparecer en individuos en los que la infección tuberculosa primaria no está bien controlada.
[3] Al tratarse de evoluciones del complejo primario, los tuberculomas pueden contener cáseum o calcificaciones.
Éstos pueden afectar a cualquier órgano, como el cerebro,[4][5] el intestino,[6][7][8] los ovarios,[9][10] la mama,[11] los pulmones, el esófago, el páncreas, los huesos y muchos otros.
En los niños con tuberculoma, la RxC suele ser normal a pesar de una TST/IGRA positiva[22][23] El diagnóstico del tuberculoma cerebral puede ayudarse con la PCR del líquido cefalorraquídeo, pero es menos útil para diagnosticar y tratar rápidamente las lesiones.
Cuando se analiza el LCR en pacientes con sospecha de tuberculoma, suelen observarse concentraciones elevadas de proteínas y recuentos celulares[24] El diagnóstico definitivo puede realizarse mediante biopsia estereotáctica guiada por TC, siendo necesaria la escisión en casos excepcionales.
En concreto, los tuberculomas intracerebrales se observan con mayor frecuencia en pacientes con infección por VIH.