Trinidad con Cristo muerto es un tema relativamente común en el arte cristiano, especialmente en pintura, pero también en escultura.
La representación del Espíritu Santo suele hacerse en forma de paloma.
Aparece en el arte medieval, y a partir de la época de la Contrarreforma pasa a ser menos tratado.
Entre otras formas de representar la Trinidad se encuentra la Trinidad con santos (una variante de la Sacra conversazione).
Otras escenas hasta cierto punto similares, por cuanto aparece Jesucristo muerto, después de crucificado, pero de interpretación iconográfica y religiosa bien distinta, son las que suelen denominarse Descendimiento, Pietà, Trasporto o Deposizione, Santo Entierro, Lamentación sobre Cristo muerto o Entierro de Cristo, Cristo muerto, Cristo muerto sostenido por ángeles; mientras que en otro grupo de tipologías se representa a Cristo Resucitado, aunque aparezca doliente (Varón de Dolores, Cristo del lagar, Cristo de la Sangre) o triunfante (Ascensión de Cristo, Cristo Redentor, Salvator Mundi).