[3] Con la tríada mediterránea, se hace el pan untado con aceite y mistela.
Son una manera rústica y ancestral de aprovechar el pan viejo o pan sentado (el que se está endureciendo), que se fríe en aceite de oliva, y se riega con el vino local (el propio de cada lugar), previamente azucarado y calentado.
Cuando el pan embebe el vino, se espolvorea con canela y azúcar.
[4] Se puede cambiar el vino por mosto, que es zumo de uva ligeramente fermentado.
Este postre todavía es recordado por las generaciones españolas que vivieron las épocas de escasez.