Triángulo San Miguel-Sucumbíos
Tras la firma del Tratado Salomón-Lozano en 1922 Colombia y Perú establecían oficialmente sus fronteras, Colombia obtenía un pase al río Amazonas mediante el Trapecio Amazónico, mientras que el Perú obtenía un enclave entre los ríos Putumayo y San Miguel.Este acto no fue reconocido por el gobierno ecuatoriano ya que ambos países firmantes también tenían disputas territoriales con la República del Ecuador.En 1933, tras el fracaso del único intento serio de colonización del triángulo, aprovechando el final de la guerra colombo-peruana y en el lapsus de la firma del protocolo de 1934, los diplomáticos peruanos Víctor Manuel Maúrtua, Víctor Andrés Belaúnde, Alberto Ulloa Sotomayor y Raúl Porras Barrenechea intentaron llegar a un acuerdo con su pares colombianos, para que el triángulo San Miguel-Sucumbíos volviera a soberanía colombiana y el trapecio Amazónico a soberanía peruana, dicha propuesta no prosperó.Ante el conflicto, ambos gobiernos deciden ponerse a negociar y en dichas negociones Perú le concede el triángulo a Ecuador, además de otras reclamaciones territoriales en el alto río Napo, a cambio de que Ecuador cediera al Perú territorios más extensos (Huachi - Andoas) y reconociera la soberanía peruana en Tumbes, Jaén y Maynas.Para la historiografía colombiana, el triángulo de San Miguel-Sucumbíos es un suceso histórico pintoresco ya que ese territorio era un área bajo control colombiano, reclamada por Ecuador junto a otros territorios, y que no se encontraba entre las disputas territoriales con Perú.