El cerro sobre el cual asienta está habitado al menos desde la Edad del Bronce.
La población de Tresjuncos se mantuvo hasta la ocupación musulmana, abriéndose entonces un paréntesis histórico.
Reconquistado con Alarcón a finales del siglo XII fue aldea de esta villa hasta ser incorporado en el siglo XV al Marquesado de Villena, desplazándose su jurisdicción a Belmonte.
Sólo se cultivaba la vega y las tierras ribereñas de algunos arroyos.
La guerra de independencia contra los franceses puso fin a la fiesta y la romería.
[2] No obstante, el patrimonio artístico de la parroquia sí sufrió graves e irreparables daños.
Aunque ya es mucho menos presente también se desarrolla la caza mayor con algún que otro jabalí.
Especial relevancia tienen las aves esteparias: avutarda, sisón, chorlito (alcaraván), calandria, chirlero, cogujadas, aguilucho cenizo, cernícalo, etc.
Respecto la Flora destacan la carrasca, maraña, aladierno, espino, enebro, romero, aliaga, romerina, esparto, tomillo, espliego, salvia y malas hierbas.
Las antaño extensas y frondosas olmedas han desaparecido; quedan algunos chopos.
Estos hechos se reflejaron en el libro "La Paz de un pueblo en guerra" escrito por el periodista Javier Moral.