Estos tratados constitutivos se diferencian del conocido como Derecho originario, del que forman indudablemente parte, porque su vocación formal y material es la permanencia, la codificación o unidad formal, y la completud, cualidades que no necesariamente distinguen al resto del Derecho originario (piénsese, por ejemplo, en los tratados de adhesión o en los tratados meramente modificativos).
Esos tres tratados están considerados como el pilar comunitario (o primer pilar) y el TUE viene a añadir otros dos pilares político-jurídicos de nuevo cuño, que él mismo regula: la política exterior y de seguridad común (o segundo pilar, PESC) y los asuntos de justicia e interior (JAI) o tercer pilar.
Se concebía así el conjunto como un templo griego, conformado sobre tres grandes pilares de integración y funcionamiento que levantaban un frontón, la nueva Unión Europea, que presidía todo el paisaje comunitario y lo integraba en una superestructura.
La Conferencia intergubernamental para el Mercado Común y Euratom, celebrada en el castillo de Val Duchesse, en Bruselas, en 1956, permitió redactar los elementos esenciales del nuevo tratado.
El acto se inició a las seis de la tarde en el salón de los Horacios y los Curiacios del histórico edificio del Campidoglio —palacio municipal romano—, ubicado en la colina Capitolina.
El tratado, que fue rubricado por los seis países fundadores de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero y la Comunidad Económica Europea, el primero en firmar y en representación de Alemania occidental fue el canciller Konrad Adenauer; por Francia, su ministro de asuntos exteriores Christian Pineau, por Bélgica Paul-Henri Spaak, por Italia Gaetano Martino, por Luxemburgo Joseph Bech y por los Países Bajos Joseph Luns, entró en vigor el 1 de enero de 1958.
Para financiar los gastos del Mercado común se crea el Banco Europeo de Inversiones, que iniciara su actividad con un capital equivalente a mil millones de dólares; el Fondo Europeo para Instrucción Profesional y el Fondo de Inversiones en el Exterior, dotado con un capital equivalente a 581 millones de dólares.
La versión actualizada de la Carta fue firmada por el presidente del Parlamento Europeo Hans-Gert Poettering, el presidente de la Comisión Europea José Manuel Barroso y el primer ministro portugués José Sócrates, presidente del Consejo Europeo por aquel entonces.
[26] Por primera vez, se han reunido en un único documento todos los derechos que hasta ahora se repartían en distintos instrumentos legislativos como las legislaciones nacionales y los convenios internacionales del Consejo de Europa, de las Naciones Unidas y de la Organización Internacional del Trabajo.