Trampa 22 (título original en inglés: Catch-22) es una novela satírica antibelicista de ficción histórica escrita por Joseph Heller y publicada en 1961 (aunque el autor comenzó a escribirla en 1953).
Es citada en forma recurrente como una de las obras literarias más significativas del siglo XX.
La novela analiza las experiencias de Yossarian y de otros miembros del ejército, quienes intentan mantener la cordura mientras cumplen con los siempre cambiantes requisitos exigidos por sus superiores para que puedan regresar a casa.
Las palabras, frases y preguntas específicas también se repiten con frecuencia, generalmente con efecto cómico.
Heller se regodea en la paradoja, por ejemplo: "El texano resultó ser bondadoso, generoso y agradable.
Si bien algunos personajes son más prominentes, como el propio Yossarian y el capellán, la mayoría de los personajes nombrados se describen detalladamente, de tal forma que se trata de sujetos complejos y multidimensionales, lo que trae como consecuencia que haya pocos, o incluso ningún personaje secundario.
Esta situación indica una tensión entre los motivos tradicionales de violencia y la máquina económica moderna, que parece generar violencia simplemente como otro medio para obtener ganancias, independiententemente de las limitaciones geográficas o ideológicas.
Tappman es un ingenuo ministro anabautista de Kenosha, Wisconsin, quien es atormentado durante toda la novela por su grosero y manipulador asistente ateo, el cabo Whitcomb.
En general, se olvida de su deber ético como médico, excepto en las circunstancias más extremas.
Milo es una sátira del empresario moderno, y más allá de ser una representación del capitalismo, ya que no tiene ninguna lealtad a ningún país, persona o principio, a menos que le genere una ganancia.
Por consiguiente, Nately podría ganarse el orgullo de alistarse sin tener que luchar.
Cuando en un vuelo, su avión es alcanzado por el fuego antiaéreo, Snowden es herido, Yossarian intenta esforzada y pacientemente tratar sus heridas, pero posteriormente se percata de una más grande que no había percibido, mucho más fatal y menos tratable, lo que lo lleva a la muerte.
Este hecho actúa como el catalizador del cambio en la mentalidad de Yossarian.
Es negligente con el fuego antiaéreo, lo que le lleva a perder repetidamente en las misiones.
Aarfy se ve a sí mismo como una persona íntegra y protege a las mujeres de los avances sexuales de otros oficiales, pero termina violando y asesinando a la inocente doncella Michaela, y cuando Yossarian le pregunta por qué no simplemente contrató una prostituta, repite su amonestación común "que el vijo Aarfy nunca pagó por algo así".
Sus experiencias como bombardero durante la Segunda Guerra Mundial inspiraron la novela;[1] Heller luego declaró que "nunca tuvo un oficial malo".
Heller dijo que la novela había sido influenciada por Céline, Waugh y Nabokov.
Estrictamente hablando, la trampa 22 es una situación problemática para la cual, la única solución es negada por una circunstancia inherente al problema o por una regla.
La regla no se establece en una forma general, pero el ejemplo principal en el libro se ajusta a la definición anterior: si uno está loco, uno no tiene que volar en misiones de combate; y uno debe estar loco para volar.
Heller logró superar la guerra, pero no fue sino hasta 1953 cuando pudo comenzar a escribir sobre ello.
La experiencia de guerra convirtió a Heller en un "ser humano torturado, gracioso y profundamente peculiar.
La novela parecía encarnar los sentimientos que permeaban entre los jóvenes con respecto a la guerra de Vietnam.
[3]El título de la novela hace referencia a una reglamentación burocrática militar ficticia que representa un razonamiento lógico, pero inmoral.
El capítulo inicial de la novela fue publicado originalmente en la revista New World Writing, como Trampa 18 en 1955, pero el agente de Heller, Candida Donadio, le solicitó que cambiara el título para que no se confunda con otra novela recientemente publicada que también versaba sobre la Segunda Guerra Mundial, Mila 18 de Leon Uris.
Inversamente, cualquier aviador que deseara volar en misiones de combate demostraría implícitamente que está loco y es inadecuado para volar y debe ser excusado, pero para ser excusada, esta persona necesitaría solamente realizar una petición.
De acuerdo con todo esto, todo piloto que quiera volar demuestra que no está en sus cabales y debe ser relevado, pero para ello debe enviar una solicitud de revisión.
En definitiva, no hay elección posible ni manera de salir del sistema.
Trampa 22 se vendió a Simon & Schuster, donde había sido defendido por el editor Robert Gottlieb, quien junto con Nina Bourne, editaría y supervisaría su comercialización.
Gottlieb fue un fuerte defensor de la novela, junto con Peter Schwed y Justin Kaplan; por el contrario, el vicepresidente de Simon & Schuster, Henry Simon, lo encontró repetitivo y ofensivo.
Sin embargo, la novela recibió buenas críticas y fue nominada al Premio Nacional del Libro en Estados Unidos en marzo de 1962, aunque Heller perdió contra The Moviegoer de Walker Percy).