En la misma obra de Espinalt se explica la situación de la misma junto a una antigua puerta de la ciudad: Según las noticias que nos han llegado, eran muchas las personas que se reunían a las 12 del mediodía en la Plaza Mayor para admirar al Orejón.Ésta servía no sólo para dar las horas, sino también para avisar el toque de queda, a las 9 en invierno y a las 10 en verano.A principios de 1888 el Arquitecto provincial visita la ciudad y aconseja la inmediata demolición o el apuntalamiento de sus muros, pisos y cubiertas interiores.Sin embargo, el Arquitecto provincial determina que el nuevo lugar elegido para la torre no reúne las condiciones y que además los gastos serían demasiado elevados, con lo que aconseja trasladar el Orejón a la torre de Santa María.Por la parte de la calle Mayor, la torre tenía una pequeña entrada con puerta de madera lisa que daba a las escaleras que, en forma rectangular, subían a diferentes pisos.Se sabe que este tipo de maquinarias se realizaban en Grenoble (Francia) a finales de la Edad Media, pero no se puede descartar que los autores fueran villenenses, ya que tenían reconocida fama como constructores de relojes.
«Vista Oriental de la Civdad de Villena». En esta obra de
Juan Fernando Palomino
, publicada en 1878, se señala la
Torre del Relox
.
Detalle de una vista de Villena, en la que se distingue la Torre del Orejón justo bajo el cuerpo del
Castillo de la Atalaya
.