El tornasol es una sustancia coloreada natural que se obtiene a partir de ciertos líquenes tras oxidación en medio alcalino.
Estas propiedades indicadoras del tornasol se conocen desde antiguo, aproximadamente desde el siglo XIV, habiendo sido utilizado por el médico y alquimista Arnau de Villanova.
[4] La palabra "tornasol" proviene de "litmus", antigua palabra nórdica que significa "musgo usado para colorear",[5] ya que el pigmento se obtenía de los líquenes Roccella phycopsis, Lecanora tartarea, los cuales han sido utilizados para teñir telas por varios siglos.
Desde el siglo XVIII, la extracción del pigmento se realiza en medio alcalino (amoniaco o carbonato amónico) en presencia de oxidantes suaves,[2] lo que acelera el proceso.
[4] El papel tornasol húmedo también se puede utilizar para comprobar la presencia en el aire de ciertos gases solubles en agua que tienen propiedades ácidas o básicas; el gas se disuelve en el agua que impregna el papel y este cambia de color.
Por ejemplo, el gas cloro u otras sustancias oxidantes, decoloran el papel impregnado de tornasol azul.