El proceso consiste en vaporizar el crudo y luego condensar los hidrocarburos en cortes definidos, modificando la temperatura a lo largo de la columna fraccionadora.
La fase líquida se obtiene mediante reflujos, que son reciclos de hidrocarburos que retornan a la columna después de enfriarse intercambiando calor con fluidos refrigerantes o con carga más fría.
Su función es eliminar controladamente la energía cedida en el horno de precalentamiento.
Estos equipos se diseñan según ciertas bases de ingeniería química y mecánica ya que dependen de los caudales y temperaturas involucrados.
Solo como ejemplo se muestra en la imagen una posible distribución de intercambiadores donde el crudo es calentado sucesivamente por las corrientes de kerosene, gas oil liviano y gas oil pesado.