Los lípidos reflejan la composición de la membrana celular del hospedador: un 60% fosfolípidos, 30% grasas neutras y un 8% glucolípidos.
La cápside vírica es icosaedrica, construida mediante 240 monómeros, con un número de triangulación equivalente a 4.
Las hemaglutininas son las espículas superficiales del virus, con especificidad para los glóbulos rojos de pollo recién nacido, gansos y patos adultos.
Los anticuerpos aparecen después de 7 días de iniciada la enfermedad y persisten por varios años y en algunos casos por toda la vida, confiriendo inmunidad a reinfecciones virales.
Son fijadores del complemento con una rápida elevación de la concentración en el suero sanguíneo.