El tropismo (del griego τροπή tropḗ 'giro, vuelta, fuga, punto de retorno') es un fenómeno biológico que se produce cuando una planta crece o cambia de dirección mediante un estímulo medioambiental; también es un fenómeno natural que indica el crecimiento o cambio direccional de un organismo, normalmente una planta, como respuesta a un estímulo medioambiental.
[3] Está controlado por las auxinas, cuya síntesis se inhibe por la luz, de modo que la zona del tallo no iluminada de la planta crece más y obliga a la iluminada a curvarse hacia la luz.
En las raíces al no haber prácticamente auxinas se inhibe el alargamiento de las células.
Las plantas trepadoras, como respuesta a este tropismo, han desarrollado zarcillos y uncinos para adherirse al objeto que les sirve de soporte.
En el tallo el quimiotropismo no es muy importante, aunque hay excepciones como la cuscuta, donde crece orientado hacia determinados vegetales hospedantes.