Embarcado en diversas actividades de los Hermanos Price y otros socios, tuvo que dejar Inglaterra.
Hacia 1847 (otras fuentes dan 1857) algunos miembros de la familia Price llegaron a Madrid con su propia cuadra de acróbatas a caballo, que instalaron en el paseo de Recoletos, hasta que el elenco circense se trasladó al nuevo local de la plaza del Rey, donde, desde 1834, había estado el Circo Olímpico (luego Teatro del Circo) construido en 1836 por el empresario circense francés, «écuyer» y acróbata, Paul Laribeau.
[a] Finalmente Thomas Price consiguió levantar su propio circo en un solar vecino de la misma plaza del Rey, con aforo para casi dos mil espectadores, amplia pista circular, galería, gradas y un estrado a un lado de la pista.
[b][9] La buena marcha del negocio le permitió montar sucursal en Barcelona e incluso realizar giras por Europa.
[11][c][12][13] A su muerte el Circo Price fue heradado por su hija adoptiva Matilde de Fassi, cuyo marido William Parish, dirigiría el circo durante los siguientes cuarenta años.