Este dato se conoce porque, según las crónicas, Gaudin fue capturado durante una incursión militar en Tiberíades.
Sin embargo, el gobernador designado por Amalarico, hermano del Rey, Adán de Cafran se sintió intimidado ante el ejército mameluco y huyó a Chipre, dejando la ciudad a merced del enemigo.
Los caballeros en Sidón eran muy pocos como para defender la plaza, por lo que se retiraron al Castillo del Mar, escoltando consigo a algunos de los ciudadanos más notables de la ciudad, y suficientes víveres como para aguantar un prolongado asedio.
Pero una vez en Chipre el gran maestre no hizo nada, bien por cobardía o por desesperación.
Aún quedaban los dos castillos templarios de Tortosa y Athlit, pero ninguno estaba lo suficientemente guarnecido como para resistir un asedio.
Durante el resto de su mandato los templarios no volvieron a poner un pie en Tierra Santa.