El Doctor, Amy Pond y Rory Williams se encuentran en una isla remota, donde hay una fábrica instalada en un antiguo monasterio de la Edad Media, y de donde se extrae un ácido corrosivo.
El Doctor, inicialmente fingiendo ser un meteorólogo gracias al papel psíquico, teme que la peor parte del tsunami solar golpee a la fábrica pronto.
Les ofrece refugio en la TARDIS, pero la capataz, Miranda Cleaves, se niega a cerrar la fábrica hasta recibir órdenes de la central.
Sin embargo, sus posesiones personales han desaparecido, y la TARDIS se ha hundido en el suelo lleno de ácido.
EL Doctor intenta mediar entre ambas facciones pero falla cuando la Cleaves humana mata a uno de los avatares con una descarga eléctrica.
El Doctor decide que el lugar más seguro de un monasterio es la capilla, y todos van hacia allí.
Después recibió un mensaje de correo electrónico del show runner Steven Moffat, que le pidió escribir para la siguiente temporada, y aceptó.
[8] Moffat sugirió que los avatares trabajaran en una fábrica, e intentando hacerla diferente a otras fábricas anteriores de la serie, Graham propuso ambientar la historia en un monasterio, una idea que Moffat aprobó con entusiasmo.
[6] En los primeros borradores del guion, había "tantas copias de gente corriendo por el lugar" que la historia se hacía confusa, así que Graham y el equipo de producción trabajaron para hacerla más racional.
Amy había tenido siempre a Rory "comiendo de su mano" y se mostró un nuevo aspecto del personaje cuando ella experimentó el mismo sentimiento que Rory sintió cuando ella parecía interesada en el Doctor.
[13] Gavin Fuller del Daily Telegraph lo llamó "una historia de Doctor Who muy al estilo tradicional".
[16] Morgan Jeffery de Digital Spy le dio al episodio 4 estrellas sobre 5, diciendo que La carne rebelde alcanza un balance satisfactorio entre humor y terror" en el comienzo.