Está considerado una de las obras más complejas y vanguardistas del autor.
Precedido por Tilt (1995) y seguido por Bish Bosch (2012), estos tres álbumes han sido valorados por la crítica especializada como una trilogía de obras vanguardistas.
El diseño artístico del álbum corrió a cargo de Vaughan Oliver.
[13] The Drift tuvo una acogida casi unánimemente elogiosa por parte de la crítica especializada.
[14] Fue seleccionado entre los diez mejores discos de 2006 según publicaciones como The Wire,[15] Obscure Sound[16] o Pitchfork.