Teresa Margolles Sierra (Culiacán, Sinaloa, 1963) es una artista conceptual, fotógrafa y videógrafa mexicana.
En ella cuenta que durante su infancia tropezaba constantemente con animales muertos por la calle.
Una tarde, explica, cogió una piedra y la tiró sin dilación sobre el vientre del animal, que se abrió dejando escapar decenas de polillas.
Margolles conoció a la madre del joven en la morgue, allí hablaron y ésta le contó que no tenía dinero para pagarle un ataúd.
Teresa intercambió uno de los ataúdes que tenía -de sus antiguas intervenciones- por la lengua del «hermoso joven», como lo describiría la artista.
[13] Margolles ha explicado cómo a partir del año 2000 se incrementa el número de asesinatos y sobre todo se produce un cambio en cómo llegan los cuerpos a las morgues de todo México.
[6] Con estos nuevos recursos elaboró una de sus obras más famosas: ¿De qué otra cosa podríamos hablar?
En ella utilizó sangre derramada en la guerra contra el narcotráfico en la frontera norte de México, recuperada a través de agua caliente y telas, para trapear una vez al día el piso del palacio que albergaba la Bienal.
[16] En Esta finca no será demolida (2009-2013) sobre las 115.000 casas abandonadas en Ciudad Juárez en 2011 donde se han producido asesinatos.
[19] En 2017 las obras Sonidos de la muerte (2008) y Pesquisas (2016) se incluyen en la exposición "Feminicidio en México ¡Ya basta!"
Para esta serie trabajó primero con Karla, víctima de transfeminicidio, y a quien Margolles dedica la obra.
Posteriormente trabajó con Sonia Vera, una mujer transgénero de origen ecuatoriano y residente en Suiza desde hace dos décadas.