La luz blanca se puede producir combinando el rojo, el verde y el azul, mientras que combinando pigmentos cian, magenta y amarillo se produce el color negro.
La teoría del color es una propuesta por el químico y filósofo alemán Wilhelm Ostwald.
Así, puedes obtener tonos como el rojo-naranja o el amarillo-verde, que añaden más matices y riqueza a tu paleta.
Los círculos cromáticos actuales utilizados por los artistas se basan en el modelo CMYK, si bien los colores primarios utilizados en pintura difieren de las tintas de proceso en imprenta en su intensidad.
Los pigmentos utilizados en pintura, tanto en óleo como acrílico y otras técnicas pictóricas suelen ser el azul de ftalocianina (PB15 en notación Color Index) como cian, el magenta de quinacridona (PV19 en notación Color Índex) y algún amarillo arilida o bien de cadmio que presente un tono amarillo neutro (existen varios pigmentos válidos o mezclas de ellos utilizables como primarios amarillos).
Mezclando estos tres colores se pueden conseguir todos los demás en el círculo cromático.
Estos se encuentran a la misma distancia en la rueda del color.
Tal como los primarios, estos tres colores equidistan entre sí en el círculo cromático.
Estos seis colores son los mismos tanto en el modelo RGB como en el modelo CMY: naranja, verde-amarillo (también llamado lima o chartreuse), verde-cian, cian-azul (también llamado azur o cerúleo), violeta, y fucsia.
Normalmente se limitan a tres, por ejemplo, verde, verde-cian y cian.
A medida que las cantidades de RGB se igualan, el color va perdiendo saturación hasta convertirse en gris o blanco.
Las teorías modernas del uso del color determinan que sus propiedades son dos: matiz y luminosidad El matiz tiene que ver con el tipo de color: tierra siena tostada, verde, negro marfil, blanco titanio, rosa, etc.
Por ejemplo, la técnica de acuarela tiene menor capacidad para saturar que la del acrílico.
El círculo cromático es una herramienta útil para determinar armonías de color.
Es por esto que al CMY original se ha añadido un canal clave (key), que normalmente es el canal negro (black), para formar el espacio CMYK o CMYB.
Sin embargo el color que una persona ve en una pantalla de computador difiere del mismo color en una impresora, debido a que los modelos RGB y CMY son distintos.
Los parámetros I y Q son nombrados en relación con el método de modulación utilizado para codificar la señal portadora.
Aun siendo usado como guía para la mezcla de pigmentos, el modelo RYB no representa con precisión los colores que resultan de mezclar los tres colores RYB primarios, puesto que el azul y el rojo son tonalidades verdaderamente secundarias.
Estas células fotorreceptoras, conos y los bastones, recogen parte del espectro de la luz y, gracias al efecto fotoeléctrico, lo transforman en impulsos eléctricos, que son enviados al cerebro a través de los nervios ópticos, para crear la sensación del color.
Una persona daltónica no aprecia las gamas de colores en su justa medida, confundiendo los rojos con los verdes.