Heider la definió como un método para evaluar cómo la gente percibe su propio comportamiento y el de los demás.
Para Heider, tendemos a atribuir la conducta de los demás a una de entre dos causas posibles: una causa interna (rasgos de personalidad, inteligencia, motivación, etc.) o una causa externa (suerte, situación, acciones de terceras personas...).
[3] Kelley[5] habla de otros tres componentes que hay que tener en cuenta en los procesos de atribución: distintividad, consenso y consistencia.
Un sujeto sin una especial afinidad por el jazz, atribuirá el embelesamiento de Juan en un concierto de jazz a rasgos internos ("A Juan le gusta el jazz") antes que a rasgos de la situación, pues la conducta de Juan es consistente (siempre queda embelesado en los conciertos de jazz), pero no goza de consenso (no a todo el mundo le gusta el jazz) ni está asociaciada distintivamente a este concierto en particular.
Otros autores como Stephen P. Robbins, Harold Kelley, que se basa en el modelo de covariación, Bernard Weiner y Edward E. Jones también han tratado la teoría de la atribución.