La supresión de la energía libre (o supresión de la nueva energía) es una teoría de la conspiración donde una nueva fuente de energía tecnológicamente viable, amigable con el medio ambiente y sin costo, está siendo suprimida por los gobiernos de diversas naciones, poderosas corporaciones e incluso por los poderes fácticos o los grupos de presión.
[1][2] Entre los supuestos dispositivos que fueron suprimidos podemos encontrar máquinas de movimiento perpetuo, generadores de fusión en frío, generadores toroidales, ingeniería inversa aplicada a tecnología extraterrestre y otras fuentes de energías generalmente no probadas y de bajo costo.
[2][3] Se afirma que la supuesta supresión (también llamada debilitamiento) ha estado ocurriendo desde mediados del siglo XIX,[4] siendo supuestamente perpetrada por varias agencias gubernamentales, poderes empresariales, grupos de intereses especiales, e inclusive por inversionistas fraudulentos.
Estos grupos de intereses especiales son comúnmente asociados con las industrias del combustible fósil o la energía nuclear,[5][6] cuyos planes financieros y de trabajo, corren el riesgo de ser afectados.
[7][8] Entre las supuestas supresiones podemos encontrar las siguientes: Algunos ejemplos de aquellos testigos que alegan haber sido víctimas de supresión, acoso o inclusive de muerte, encontramos a: Thomas Henry Moray,[17] Stanley Meyer[18][19][20][21] y por último a Eugene Mallove.