Gary McKinnon

McKinnon fue diagnosticado con síndrome de Asperger, por lo que no fue extraditado a los Estados Unidos.

McKinnon explicó que su única intención había sido encontrar información sobre Ovnis y proyectos militares secretos.

En 2004, el tribunal supremo británico falló que McKinnon podría ser extraditado a EE.

UU, por lo que su abogado elevó una apelación ante la última instancia judicial posible, la Cámara de los Lores.

Además se le prohibió el uso de una computadora con acceso a internet.