Generalmente, el gobierno afirma mandar en nombre de la divinidad, tal como especifica la religión local.[2] La utilización más antigua registrada del término «teocracia» se encuentra en el historiador judeo-romano Flavio Josefo, quien aparentemente la acuña al explicar a los lectores gentiles la organización de la comunidad judía de su época (el siglo I).Al contraponer esta con las formas de gobierno definidas por los griegos clásicos —monarquías, oligarquías y repúblicas— añade: «Nuestro legislador [Moisés] no tuvo en cuenta ninguna de estas formas, sino que ordenó nuestro gobierno a lo que, con expresión forzada, podría llamarse una teocracia [theokratian], al atribuir el poder y la autoridad a Dios, y persuadir a todo el pueblo de que lo tuviera en cuenta como autor de todas las cosas buenas» (Contra Apión, libro II, 17).[7] El clericalismo es la «influencia excesiva del clero en los asuntos políticos» o la «marcada afección y sumisión al clero y a sus directrices»;[8] que, cuando afecta a las autoridades civiles significa una teocracia o hierocracia en la práctica.Un sistema similar, ya con casta sacerdotal (los levitas) es el que aparece descrito en el Pentateuco (los libros bíblicos atribuidos a Moisés por inspiración divina que contienen las leyes dictadas por Yahvé y reflejan la civilización del Antiguo Israel), donde los reyes de Israel aparecen como una institución posterior.El emperador romano, entre cuyos cargos estaban los sacerdotales como Pontifex Maximus, terminó por asimilarse a la tradición divinizadora de la monarquía helenística.[13] A los territorios donde el monacato (tanto el oriental como el occidental) tuvo una especial importancia por su influencia social y política (que llegaba a veces a una independencia de hecho) se les denominaba genéricamente «tebaidas», por simitud con la Tebaida egipcia habitada por los «Padres del Desierto» (véase, por ejemplo, la Tebaida berciana en la Hispania tardorromana y visigoda desde el siglo IV, Montecassino -San Benito, desde 529-, el Monte Sinaí -siglo VI-, el monasterio de Vivarium -fundado por Casiodoro a mediados del siglo VI-, los monasterios irlandeses -siglos VI a VIII-, Cluny -909-, Chartreuse, San Bruno, 1084-, Citeaux -1098-, etc.) La existencia de comunidades monásticas aisladas en territorios alejados, o con los que se había perdido contacto, dio origen a los mitos del Preste Juan o de San Borondón, que, siglos más tarde, se creía seguían rigiendo teocráticamente extensos reinos africanos o asiáticos o islas atlánticas.La Reforma Protestante estableció gobiernos teocráticos en algunos lugares, alcanzando gran radicalismo durante el gobierno anabaptista de Münster (1535), y una mucho mayor extensión temporal en Ginebra, donde se llevaron a la práctica las doctrinas de Juan Calvino (desde 1541).El Dalái Lama era gobernante monárquico de Tíbet hasta la invasión de China en 1951 y, a su vez, también era el máximo líder religioso del Imperio mongol tras la declaratoria de «religión oficial» del lamaísmo por Altan Kan y, posteriormente, en los países y regiones donde el lamaísmo o budismo tibetano era predominante, Bután, Ladakh, Tuvá, etc., pero sin ser reconocido como líder por otras escuelas budistas dentro del mundo budista.Hasta hoy, el papa es a la vez un jefe de Estado reconocido por la comunidad internacional[21] y cabeza de la Iglesia como «vicario de Cristo», condición ésta que no le reconocen otras confesiones cristianas, como ortodoxos y protestantes, sino únicamente los católicos, pero lo que le otorga influencia a nivel mundial: tratamientos como «Su Santidad» o «Sumo Pontífice» se usan protocolariamente como muestra de deferencia; y sus representantes diplomáticos (los nuncios, que también ejercen funciones religiosas) son considerados decanos del cuerpo diplomático en muchos países (algunos, incluso reconocen relaciones especiales fijadas en tratados denominados Concordato).Aunque dentro del Estado griego, el territorio del Monte Athos está reconocido desde 1924 como una entidad independiente regida por sus propios monjes mediante una «comunidad sagrada» (Iera Koinotita) de veinte representantes (uno por cada monasterio) de la que se eligen cuatro «supervisores» (epistates) para la «supervisión sagrada» (Iera Epistasia), liderados por uno denominado «principal» (Protos) que debe elegirse entre alguno de los cinco monasterios más importantes.Ese edificio y la Villa Magistral del Aventino, que funciona como su embajada ante la República Italiana, tienen estatuto de extraterritorialidad.El poder legislativo (limitado por el Consejo de Guardianes, que puede vetar cualquier decisión) es ejercido por un parlamento unicameral, la Asamblea Consultiva Islámica, cuyos miembros son elegidos por votación popular cada cuatro años entre candidatos sometidos a un proceso de filtrado.[26] Posteriormente fue sustituido por Omar Hasán Ahmad al Bashir, aunque se mantuvo la identificación con un islamismo radical.
La estatua denominada «Augusto de Vía Labicana», que representa al primer emperador romano,
Augusto
, como
pontifex maximus
(el máximo cargo religioso).
Fotograma de
La letra escarlata
(película de 1917 basada en la novela). Refleja la teocrática Nueva Inglaterra de los «padres peregrinos» puritanos del siglo
XVII
.
El papel que el ordenamiento legislativo otorga a la religión es de grado diferente en cada uno de los
países musulmanes
; aunque las declaraciones constitucionales pueden quedar desfasadas por la realidad (por ejemplo,
Turquía
sigue siendo oficialmente laica a pesar de que su gobierno sea «
islamista
moderado», mientras que
Sudán
sigue sin tener una declaración constitucional islámica, pese a que su gobierno sea «islamista radical»). Tampoco puede identificarse con su amistad o enemistad con las potencias occidentales: las
monarquías del Golfo
(
monarquías islámicas
) están entre los principales aliados de
Estados Unidos
, mientras que
Irán
(
república islámica
) figura entre sus principales enemigos.
Estado islámico
Estado confesional
Sin declaración
Estado laico