El sumo sacerdote coordinaba el culto y los sacrificios, primero en el Tabernáculo, luego en el Templo de Jerusalén.
[1] Si no tenía, la plaza debía volver a su hermano de más edad : tal fue, al parecer, la práctica en la época hasmonea.
La Torá no precisa una edad canónica para el puesto, pero la tradición rabínica establece el tener treinta años como mínimo.
No le estaba permitido ningún contacto con los cuerpos de los muertos, aunque fuesen sus parientes próximos; no estaba autorizado a dejar sus cabellos en desorden, en señal de duelo, ni a desgarrar sus vestidos (Levítico 21:10 y ss.).
La Torá establece los vestidos específicos que deben llevar los sacerdotes israelitas al ejercer su ministerio en el Tabernáculo: « Y haréis vestidos sagrados para Aarón, vuestro hermano, para la decencia y belleza de su oficio » (Éxodo 28:2).
El sumo sacerdote llevaba ocho prendas de vestir sagradas o bigdei kódesh.