Pániker creó el concepto filosófico de "retroprogresión", que defiende la necesidad de avanzar simultáneamente hacia la secularización racionalista y hacia el origen místico.
Religión a la carta: solo en una sociedad laica puede prosperar espontáneamente la genuina trascendencia.
Todas estas ideas vienen expuestas tanto en sus libros propiamente filosóficos como en su obra memorialista y diarística.
Sobre su estilo literario se ha escrito que es lacónico, seco y parco en metáforas, pero brillante.
Iván Tubau le adjetiva como “hondo, lúcido y cool, cálido donde hay que serlo e implacable sin perder los estribos”.
Precisamente su filosofía es una respuesta a ese nihilismo, y apunta a lo que él llama “el arte de tenerse en pie en la era de la complejidad y la incertidumbre”.