El español Carlos Sainz había dicho adiós al campeonato del mundo, aunque posteriormente correría dos pruebas: Grecia y Turquía.
En Cerdeña, Gronholm se puso líder provisional tras el tercer tramo pero sufrió una salida y finalmente solo pudo ser tercero.
Solberg finalizó en la segunda plaza que perdió por solo un punto el liderato del mundial.
El podio lo completaron Manfred Sothl con el Xsara del equipo Kronos y Märtin que arrebató el tercer puesto a Henning Solberg, que a pesar de ello, logró su mejor resultado de la temporada.
[3] La buena racha de Loeb finalizó en Argentina, donde logró su séptima victoria del año y la sexta consecutiva.
Por su parte Loeb terminó segundo, por delante de Martin, que lograba su cuarto y último podio del año.
Tras Finlandia se disputó el Rally de Alemania donde Loeb volvió a imponerse, donde consiguió la cuarta victoria consecutiva en tierras alemanas.
Por su parte Gronholm terminó tercero y el noruego Solberg no pudo pasar de la séptima plaza.
[4] Tras Gran Bretaña se disputó el Rally de Japón donde venció Grönholm y Loeb fue segundo, que sumó los puntos necesarios para proclamarse campeón del mundo.
[4] Con el título en el bolsillo, Loeb volvió a ganar en dos de las tres citas que faltaban por disputarse: Córcega y Cataluña.
En la cita corsa se impuso de manera absoluta ganando en los doce tramos disputados, algo que ningún piloto había logrado nunca en la historia del mundial.
[6] En la última cita del año, en Australia, y con todo decidido se vivió una situación inaudita.