La iglesia sufrió gran destrucción y pérdidas artísticas durante la guerra civil española a manos de las milicias republicanas.
Entre los artistas que intervinieron, figuran los Hermanos Albareda y el pintor local José Asensio Lamiel.
Espacio altamente significativo, pues, en el que la decoración pictórica de Miguel Ángel Albareda reconstruye la noche del milagro.
Una lápida conmemorativa ilustra el hecho; en ella puede leerse: En tanto que está dedicado a la Virgen del Pilar, el Templo de Calanda guarda no pocos paralelismos con la Basílica del Pilar zaragozana, empezando por el símbolo iconográfico más característico de la Virgen, también aquí presente: el manto.
Entre las personas inhumadas en el Templo del Pilar, figuran las siguientes: La cripta del Templo está vinculada a la Familia Fortón-Cascajares, en cuyos nichos han sido inhumados de ordinario los miembros de esta ilustre familia.