Consultó con el prior del Carmen, Fray Juan Francisco del Espíritu Santo, quien le aconsejó al no tener herederos que fundara en esa ciudad dos instituciones: un convento para la Orden de los Carmelitas Descalzos y el Beaterio de San Nicolás.
En 1764 quedó terminado el templo y se llevó a cabo la ceremonia de su bendición.
[4] El fray Joaquín de la Concepción, prior del templo desde 1765 hasta 1768, construyó la torre barroca y la decoró con campanas impresionantes.
El se encargó de crear un retablo dorado dedicado a la Virgen del Carmen.
Los cuerpos medio y superior se encuentran divididos por pilastras estípites verticales.
Fue reemplazada por una nueva al estilo neoclásico hecha con mármol y cantera, fabricada por el arquitecto celayense Francisco Eduardo Tresguerras.
Está coronada por una concha enorme compuesta por tres partes y que tiene en el centro una hornacina con la Virgen del Carmen.
[4] El retablo de los siete príncipes o arcángeles: Miguel, Gabriel, Rafael, Jegudiel, Sealtiel, Uriel y Barachiel se ubica en la portada del camarín.