Al año siguiente, 1549 la ermita obtuvo la merced de otros tres solares.
Para su mejor cuidado y asistencia Villanueva la cedió en 1552 al gremio de los sastres quienes a su vez se erigieron en cofradía dos años después.
[6] Para 1585 llegan los primeros Carmelitas Reformados de la nueva España, los carmelitas descalzos fueron la última de las órdenes mendicantes en llegar a Puebla, pues ya se habían establecido en la ciudad los franciscanos, agustinos y dominicos.
El obispo Diego Romano les entregó entonces la ermita de los Remedios, a cargo del gremio de los sastres, y por parte del ayuntamiento recibieron tres solares más, procediendo los carmelitas a construir su templo y convento.
Hugo Leicht en los años 30, describe como aún existen los arcos y vestigios de las gavetas.
En el Museo Regional se conservan las momias de una mujer y un niño que fueron encontrados en este panteón.
La portada de acceso está dividida en tres partes a la manera carmelita.
La parte superior esta cubierta de petatillo y talavera de colores interrumpido por un pequeño nicho que resguarda a la Virgen del Carmen sosteniendo al niño Jesús.
Remata el conjunto un pequeño frontón que tiene una cruz con un ángel a cada lado.