Su migajón es suave y esponjoso, su corteza levemente bronceada gracias al uso ligero de azúcar en la masa.
Asimismo su variante de tortas ahogadas, llamadas así porque se bañan en salsa.
[1] El origen de la telera mexicana está en la telera cordobesa, un pan de trigo entero y de calidad inferior que consumían los obreros andaluces, cuya receta se modificó en México y en la actualidad se prepara con la misma masa del bolillo.
[1] También existe una telera dominicana, totalmente diferente de la española y la mexicana.
Pero el autor A. Ortega Morán propone que antiguamente «telera» se usaba en sentido figurado como sinónimo de algo alargado.