Pero gracias a estas tecnologías, las parejas estériles disponen de opciones que les permiten concebir hijos.
Las principales causas de infertilidad son las disfunciones hormonales y las anomalías anatómicas.
[4] Entre los ejemplos de TRA se incluyen la fecundación in vitro (FIV) y sus posibles ampliaciones, entre ellas: En 1981, tras el nacimiento de Elizabeth Carr, el primer bebé concebido en Estados Unidos mediante fecundación in vitro (FIV).
[6] Las tecnologías reproductivas pueden informar sobre la planificación familiar al proporcionar pronósticos individuales sobre la probabilidad de embarazo.
Facilitan el seguimiento de la reserva ovárica, la dinámica folicular y los biomarcadores asociados en las mujeres,[7] así como el análisis del semen en los varones.
[9] Existen muchas formas de anticoncepción, pero el término abarca cualquier método o dispositivo destinado a evitar el embarazo en una mujer sexualmente activa.
En 2004, otros científicos japoneses crearon dos crías hembras combinando los óvulos de dos ratones adultos.
[18] Un grupo con sede en el Reino Unido predijo que podrían crear espermatozoides femeninos humanos en cinco años.
[24] Muchos aspectos de las tecnologías reproductivas han suscitado cuestiones bioéticas, ya que la tecnología suele alterar los supuestos que subyacen a los sistemas existentes de moralidad sexual y reproductiva.