Esta tecnología utiliza secuencias palindrómicas y conduce a la producción de extremos romos o protuberantes.
[6] Cambios específicos en el organismo huésped pueden ser realizados para mejorar la expresión del gen ectópico.
[7] En la mayor parte de los casos, los organismos que contienen ADN recombinante aparentemente tienen un fenotipo normal.
[8] Los cambios fenotípicos brutos no son normativos, a menos que el gen recombinante ha sido escogido y modificado para generar actividad biológica en el organismo huésped.
En algunos casos, el ADN recombinante puede tener efectos perjudiciales incluso cuando no está expresado.
En ciertas ocasiones, los investigadores utilizan dicho fenómeno para "bloquear" genes para determinar su función biológica y su importancia.
Lo anterior puede suceder, por ejemplo, cuando un fragmento de ADN recombinante que contiene un promotor activo llega a localizarse a lado del gen de una célula huésped previamente silenciado, o cuando una célula huésped que funciona para restringir la expresión genómica pasa por inactivación insercional por el ADN recombinante.
Además, los organismos que han sido manipulados usando tecnología de ADN recombinante, así como productos derivados de esos organismos, han encontrado su camino a diversas granjas, supermercados, gabinetes médicos en casa, e incluso a tiendas de mascotas, como aquellas que venden GloFish y otros animales modificados genéticamente.
Dicha moratoria fue ampliamente observada hasta que Los Institutos Nacionales de Salud (USA) desarrollaron y emitieron directrices formales para el trabajo con ADNr.
Hoy en día, las moléculas de ADNr y las proteínas recombinantes no son usualmente vistas como peligrosas.
Sin embargo, permanecen inquietudes de algunos organismos que expresan el ADN recombinante, particularmente cuando dejan el laboratorio y son introducidos en el ambiente o en la cadena alimenticia.