Salón Fuencarral

[1]​ En 1874, su propietario, Ramón López, convirtió el salón aristocrático privado en un modesto teatro-salón encargando su reforma al arquitecto Ildefonso Fernández y Calbacho.

Tras haber servido, mediado el siglo XIX, de lugar de reunión y entretenimiento a la aristocracia intelectual con aficiones faranduleras, y ajustándose al nuevo Reglamento de salas de Reunión y Espectáculos públicos, publicado en 1872, la original vivienda de planta baja se trasformaría en un teatro siguiendo estas pautas descritas por Fernández Muñoz en su estudio sobre la arquitectura teatral madrileña:[4]​ El crítico Augusto Martínez Olmedilla describe sin embargo el resultado como "local destartaladote y feo en la zona más popular y alegre del Madrid chamberilero", y anota que se inauguró con funciones de varietés con un tal Edmond de Bries (imitador de estrellas y precursor del travestismo "con derroche de plumas en cantidad fantástica") como atracción principal.

[5]​ El pequeño teatro-salón con aires de café-teatro imitó sin fortuna el espíritu del "Trianon Palace", el "Chantecler" o el Romea catedrales del género chico y la sicalipsis.

Tras unos años en que se convertiría en cine,[a]​ recuperó la actividad teatral en una programación tan abierta como mediocre.

Otra 'gran estrella' del Fuencarral nº 20 fue Carmen Flores, que junto con el mencionado Edmon de Bries eran conocidos popularmente como "las reinas de las plumas".