Esto puede ser causado por frecuencias no coincidentes, o simplemente por falta de sincronización entre dos tasas de fotogramas iguales.
En el primer caso, la línea de desgarro se moverá con velocidad proporcional a la diferencia entre la tasa de fotogramas, y en el otro se encontrará en un lugar fijo correspondiente a la diferencia de fase entre ellas.
[1] Alternativamente, tecnologías como FreeSync[2] y G-Sync,[3] revierten el concepto y adaptan la velocidad de actualización de la pantalla al contenido procedente del ordenador.
Esta característica mejora la calidad del vídeo, pero comporta reducciones en algunos casos.
Aun así, como que la sincronización vertical causa un retraso de entrada o input lag, interfiere con la naturaleza interactiva de los juegos, y particularmente interfiere en los juegos que requieren un tiempo preciso o tiempo de reacción rápidos.
Esto permite obtener rutinas de copia o renderizar motores con un rendimiento menos previsible, siempre que el motor de renderización pueda "ponerse al día" con el punto de actualización activo del monitor cuando quede atrás.