Los tanques pesados habitualmente fueron desarrollados para romper las líneas enemigas, aunque en la práctica habrían sido más útiles en papeles defensivos que ofensivos.
[nota 1] Los tanques pesados lograron sus éxitos mayores tanto enfrentándose a otros carros de combate más ligeros, como destruyendo fortificaciones con sus grandes cañones.
El Tiger I alemán, por ejemplo, tenía una velocidad similar y mejor capacidad todoterreno en comparación con el más ligero Panzer IV, al costo de una baja fiabilidad y una producción de apenas 1.355 unidades frente a los 8.800 Panzer IV, 58.000 T-34 soviéticos y 40.000 M4 Sherman estadounidenses Los carros de combate pesados tienen un blindaje muy grueso y armamento pesado en comparación a tanques más livianos, aunque suelen empujar sus motores al límite.
Los tanques pesados suelen tener una excelente protección respecto a sus compañeros más ligeros.
Los carros pesados finalmente fueron quedándose obsoletos por la llegada de los misiles antitanque y los proyectiles HEAT.