Cierre de cajas

La protesta consistió en dar de baja a los establecimientos comerciales e industrias para dejar de pagar la contribución sin que fuera ilegal.

La protesta, era principalmente contra el impuesto de utilidades del capital y del trabajo y el de cédulas personales, con tipos más altos en Barcelona que en Madrid.

Hecho que creó un sentimiento de engaño entre la burguesía catalana, ya que habían militado con los partidos dinásticos.

La protesta se extendió por Sabadell, Mataró, Manresa y Villafranca del Penedés y algunos comerciantes fueron detenidos por no pagar las contribuciones.

Algunos comerciantes catalanes fueron encarcelados[1]​ y se confiscaron establecimientos para atemorizar a los que aún se negaban a pagar las contribuciones.

Protesta en Barcelona durante el cierre de cajas.