La estructura estaba construida predominantemente con aleaciones ligeras con recubrimiento de kol'choogaluminly (duraluminio) ondulado.
La integridad estructural se conseguía mediante arriostramiento con alambres y soportes interplanarios aerodinámicos en V.
Después se dirigió a Berlín, donde los mecánicos no pudieron reparar el radiador.
Luego continuaron volando hasta París, donde un mecánico descubrió que se había separado un poco de masilla selladora.
Por esa razón decidieron arriesgarse y aterrizar en Viena, donde se encendieron fogatas alrededor del aeropuerto para iluminar la pista de aterrizaje.
El resto del vuelo transcurrió en gran medida sin incidentes, aparte de sobrevolar Praga para continuar hasta Varsovia.