A finales del siglo XIX, Blagovéshchensk se convirtió en un importante puerto y centro industrial.
Gracias a esto el nivel de crímenes era muy bajo, pero por otra parte el crecimiento económico era muy lento.
[1] En la ciudad hay dos templos ortodoxos, teatros, dos parques, cuatro cines, un museo y un centro cultural.
[2] El transporte público está representado por autobuses, trolebuses, marshrutkas y taxis.
Además, barcos cruzan el Amur, en invierno, autobuses y, entre estaciones, aerodeslizadores.