Las tácticas navales se ocupan de los movimientos que hace un comandante en la batalla, generalmente en presencia del enemigo.
Como en todas las formas de guerra, un objetivo crítico es detectar al enemigo mientras se evita la detección.
En aguas poco profundas, la detección de submarinos y minas es especialmente problemática.
La guerra antiaérea (AAW, siglas en inglés) implica la acción contra aviones y misiles entrantes.
Esto no siempre es posible, por lo que los recursos de guerra antiaérea (AAW) deben equilibrarse entre las batallas aéreas exteriores e interiores.
Los submarinos, como plataformas de lanzamiento subterráneas, presentan una importante amenaza para las operaciones navales convencionales.
Los revestimientos anecoicos y los chorros de bomba ultrasilenciosos proporcionan a los submarinos modernos la ventaja del sigilo.
El movimiento hacia las operaciones en aguas poco profundas ha aumentado considerablemente esta ventaja.