Desde entonces la acción erosiva del viento, el agua y el hielo han reducido constantemente su tamaño hasta las 141 ha, medidas en 2008.
[7][8] En concreto, la isla se sitúa en el extremo sur del archipiélago y municipio de Vestmannaeyjar, al que pertenece.
[23] Las precipitaciones son más abundantes en invierno, sobre todo en forma de tormentas, que en verano.
Sin embargo, encontraron una erupción submarina que emitía gran cantidad de ceniza volcánica.
No es hasta que la construcción del edificio volcánico se acerca a la superficie cuando esta muestra su actividad.
[26] Al principio las erupciones se produjeron por tres chimeneas separadas a lo largo de un eje norte-este por la fisura sur-oeste, pero posteriormente se fusionaron en una sola a lo largo de la fisura eruptiva.
Estos, en tono de broma, afirmaron que gracias a ellos la soberanía de la isla era francesa, pero Islandia rápidamente afirmó que la nueva isla le pertenecía por encontrarse en sus aguas territoriales.
[34] La actividad continuó durante más de un año, aunque se desplazó entre dos puntos que dieron lugar a las islas Syrtlingur y Jólnir.
La lava presenta las mismas características que en el resto del archipiélago y la península de Snæfellsnes.
Así, mezcladas con las rocas que forman la estructura de la isla están presentes fósiles, granito, gneis, dolomita, pizarra y cuarcita.
De las 51 especies, 30 se instalaron permanentemente, como Honckenya peploides, Sagina procumbens, Cerastium alpinum, Poa annua o Leymus arenarius.
Debido a la fuerte erosión costera no existen fucales ni incrustaciones de rodófitas, existen únicamente algas con un ciclo anual que les permita adaptarse a los cambios producidos por la erosión.
A una mayor profundidad el fondo es principalmente arenoso, en las zonas rocosas solo se encuentran animales sésiles.
También se encuentran presentes otros artrópodos como proturos, hemípteros, tisanópteros, ftirápteros, neurópteros, tricópteros, sifonápteros y arañas.
[78] Las poblaciones más grandes, más de 100 individuos, son las de fulmar boreal y gaviota tridáctila, estando las demás en igual proporción, excepto el charrán ártico que no se ha vuelto a encontrar.
[80] La fauna bentónica[81] se caracteriza por su poca diversidad y su bajo número de individuos, hasta el año 2007 solo había registradas 180 especies.
Hay especies de crustáceos como el cirrípedo Semibalanus balanoides y otros animales bentónicos sésiles que viven principalmente en la playa.
A la comunidad más profunda de algas rojas se asocian hidrozoos y briozoos.
Estas focas sirven como alimento de las orcas, también presentes en la isla al igual que otros cetáceos como rorcual albiblanco, marsopa común, delfín del Atlántico y delfín hocico blanco.
Para preservar el mismo, se convirtió en reserva natural en 1965, cuando aún no había terminado la erupción.
Únicamente se permite la observación de la isla sin restricción, debido a que esta no interfiere en la sucesión primaria.
En esta zona están prohibidas las actividades humanas, excepto el estudio del ecosistema y la pesca que no sea de arrastre.
Fue incluida con el criterio IX, aunque también se esperaba el VIII, que fue rechazado porque las características geológicas son muy comunes y muy limitadas en el espacio.
Al mismo tiempo llegaron los primeros hongos, líquenes y musgos que junto a los factores meteorológicos formaron el suelo.
La vegetación está compuesta principalmente de plantas vasculares, que se están estudiando para saber cómo llegaron a la isla.
En julio de 2007 se encontraron cinco nuevas especies aún desconocidas, eran Achillea millefolium, Alopecurus pratensis, Calamagrostis stricta, Gymnocarpium Dryopteris y Epilobium collinum.
[100] A principios del siglo XXI ninguna especie de mamífero terrestre, anfibio o reptil estaba presente en la isla.
Se ha comprobado, gracias a unas fotografías aéreas infrarrojas de 1966, que con anterioridad no existía esta actividad.
[101] Las condiciones geológicas y climáticas de Surtsey permitieron estudiar la erosión causada por el clima.
La erosión en el fondo marino también es importante, desapareciendo bajo el mar las cimas de Surtla, Syrtlingur y Jólnir.