Su nombre significa Montaña de Fuego en el idioma islandés.
[1] La erupción causó una gran crisis en la isla y casi provocó su evacuación permanente.
Se organizó una operación para bombear agua del mar que enfriase el flujo de lava.
Esta operación fue un éxito que salvó el puerto pesquero.
[2] Después de la erupción, los isleños utilizaron el calor de los flujos de lava que se enfriaban lentamente para proporcionar agua caliente y generar electricidad.