El equipo llegó al partido ya rodado (el Zenit estaba inmerso en el campeonato ruso), pudiendo contar con su gran estrella, Andréi Arshavin, y con su nuevo fichaje, Danny, por el que pagó 30 millones de euros.
Dispuso de varias oportunidades para marcar, sobre todo por el ala derecha mediante los centros al área lanzados por Aniukov y Zyriánov, pero no tuvo fortuna Pogrebniak al rematar esos centros.
Danny también creaba peligro, pero el gran trabajo defensivo de Rio Ferdinand le impidió marcar.
Luego el club inglés se lanzó al ataque para intentar empatar, mientras el equipo ruso defendía con todo y buscaba un tercer gol por merdio de Danny y Arshavin al contraataque.
En el último minuto de partido el árbitro expulsó a Paul Scholes cuando le mostró la segunda amarilla.