Sunny von Bülow

La historia fue contada en el libro Reversal of Fortune: Inside the von Bülow Case (1985), del escritor estadounidense Alan Dershowitz, y adaptada en la película Reversal of Fortune (El misterio von Bülow) (1990), del director francés Barbet Schroeder.[2]​ Su madre, la hija del fundador de la empresa International Shoe, se casó posteriormente con el escultor y escritor Russell Aitken.[5]​ Aunque todavía no sospechaban un crimen, Claus fue después acusado de haber causado este incidente al inyectar a Sunny insulina.Su familia la acostó en la cama, pero por la mañana la descubrieron tirada en el suelo del cuarto de baño, inconsciente.La llevaron al hospital, donde se hizo evidente que esta vez el daño cerebral causado era suficiente para inducirle un estado vegetativo persistente.Aunque las manifestaciones clínicas se asemejaban a una sobredosis, algunas de las evidencias del laboratorio sugirieron hipoglucemia.Los dos hijos mayores de Sunny persuadieron a Richard H. Kuh, el antiguo fiscal del distrito, para investigar la posibilidad de que Claus hubiera intentado asesinar a su madre.En el segundo juicio la defensa llamó a ocho expertos en medicina, todos profesores de universidad mundialmente conocidos, quienes testificaron que los dos comas que sufrió Sunny no habían estado causados por insulina, sino por una combinación ingerida de drogas y alcohol y por sus problemas de salud crónicos.Los expertos fueron John Caronna (presidente de neurología, Cornell); Leo Dal Cortivo (expresidente, U.S.Otros expertos testificaron que la aguja hipodérmica, contaminada con insulina por fuera (no por dentro) podría haber sido sumergida en insulina, pero no inyectada (si hubiera sido inyectada en la carne, la aguja habría quedado limpia).[cita requerida] El Dr. Cahill se retractó de su testimonio en el primer juicio y opinó que la insulina era la explicación más razonable para el coma de Sunny, pero que «neither he nor anyone else could ever be 100 percent certain of the cause of the comas» («ni él ni nadie podría nunca estar cien por cien seguro de la causa del coma»).[11]​[13]​ Después de los juicios, Ala y Alexander fundaron el Centro Nacional de Defensa de Víctimas Sunny von Bülow (Sunny von Bulow National Victim Advocacy Center) en Fort Worth, Texas, ahora Centro Nacional para las Víctimas del Crimen (National Center for Victims of Crime),[1] en Washington D. C., y la Fundación Sunny von Bulow para la investigación del coma y trauma craneal (Sunny von Bulow Coma and Head Trauma Research Foundation), en Nueva York.