Ya que los materiales para hacer "sudare" son fáciles de encontrar, se pueden manufacturar a bajo costo.
Durante el Periodo Heian las cortesanas se escondían detrás de una persiana cuando hablaban con hombres no miembros de su propia familia cercana, así podían ver su interlocutor sin ser vistas, ya que los hombres debían mantenerse a cierta distancia.
Los hombres se podían acercar solo con el permiso de las cortesanas que subían las persianas en algunas ocasiones.
Ya que estaba prohibido mirar directamente al Tenno ("soberano celestial"), él se podía sentar detrás de una persiana en la cámara del trono, mostrando solo sus pies.
La producción de "sudare" empezó a declinar con la modernidad y se convirtió en una artesanía tradicional.