Submarino TCG Gür (1934)

Con ello, Alemania inició diversas actividades con el fin de no perder esta experiencia, y conocimiento.

Utilizando para la construcción de sus diseños los astilleros Wilton-Fijenoord (WF) se dedicó a construir submarinos de diseño alemán para diversas marinas como dos unidades derivadas del tipo UB III para Turquía Clase Inönü, a los que siguieron otros contratos con Finlandia (Vesikko), Italia, Suecia, Rumanía, Chile, Argentina y Rusia.

En 1927 el empresario, industrial y político vasco Horacio Echevarrieta negoció con los alemanes, con la intermediación del ingeniero afincado en Bilbao Guillermo Pasch Juffernbruch, el montaje de un sumergible, con idea de vender el buque a la marina española una vez terminado.

[3]​ El buque se trasladó a la base naval de Cartagena para su evaluación, pero, el clima político había cambiado; en aquel momento, las preferencias miraban más hacia la tecnología submarina británica, a lo que se sumaban las cambiantes circunstancias políticas acaecidas con el advenimiento de la II República.

La tripulación a bordo estaba compuesta por cuatro oficiales turcos, el resto que navegó hasta Turquía de nacionalidad alemana.