[9][10] Vernet trasladó a la isla a toda su familia, comenzando por su esposa María Sáez, con la que tuvo en las islas una hija en 1830: Malvina Vernet y Sáez, la primera persona de la que se tenga registro en nacer allí.
[13] La población que había en la isla era en general poco estable, eran pescadores, balleneros, foqueros, cazadores, científicos y comerciantes.
Por orden de Vernet, al llegar, todos los colonos recibían tierras, semillas y herramientas.
[14] Rivero, junto a otros criollos, aparecen documentados por primera vez en un censo hecho por Vernet en 1829.
Esto constituyó la primera moneda en circulación del archipiélago: el peso de las Islas Malvinas.
Los peones eran reacios a desempeñar sus tareas y ya habían protagonizado varios motines anteriores.
[29] Matthew Brisbane intentó resucitar el acuerdo y reformar las operaciones dos meses después de la ocupación británica.
Algunos autores agregan otros motivos de discordia: puesto que debían dinero a Simon por cuestiones de juego y naipes, se les había prohibido viajar a Buenos Aires; también se les negaba el uso de caballos para desplazarse por el rudo terreno, y se les prohibía faenar ganado para alimentarse, obligándolos a cazar pequeños animales silvestres.
Alarmado, corrió a la casa de Brisbane por ayuda, pero la encontró cerrada y no le respondía.
Otros residentes le informaron que Brisbane había sido asesinado, junto a Juan Simón.
[37] La banda regresó a la casa de Brisbane y descubrieron que Ventura no estaba allí.
Helsby fue testigo del asesinato e intentó su propio escape pero pronto fue capturado por Felipe Salagar, que estaba a caballo.
[37] Sobre los asesinatos, Mario Tesler sostiene que «los gauchos terminaron a la manera gaucha, ya que en otra forma no podían concebirlo, con quien fuera agente intermediario [habla de Brisbane] entre Vernet y Woodbine Parish [representante británico en Buenos Aires antes de la ocupación] y arbitrario ejecutor de las disposiciones sobre caza y pesca en el escenario austral».
[45][46][47][5][44][30][35][48][49][50] Según Martiniano Leguizamón, «los gauchos, llevados casi al frenesí, con una furia patriótica, sacaron la enseña inglesa y, delirantes, enarbolaron la de Belgrano».
[44][5] Alberto Moroy especula que, cuando Darwin llegó, el «gobernador provisorio» debió ser Rivero, secundado por otro gaucho, mientras que los otros cinco charrúas se encargaban de mantener el pabellón argentino al menos por un año más, tras la ocupación británica.
El 23 de octubre amarraron en Puerto Luis otros barcos británicos, cuyas tripulaciones no intentaron enfrentarse a los gauchos.
[49] Los refugiados enviaron regularmente un barco a la vecina Isla Larga para el suministro de alimentos para llevar ganado, cerdos y gansos.
El capitán Seymour de la Challenger[49] despachó al teniente Smith junto a 4 suboficiales y 30 soldados de Marina, que inmediatamente izaron la bandera británica, arriando la argentina, según algunas fuentes argentinas muy posteriores.
[5][35] Rivero y sus compañeros estaban en ese momento preparando una rudimentaria embarcación para dirigirse al continente.
Los siete rebeldes restantes, muy superados en número y armamento, optaron por retirarse al interior de la isla Soledad.
Los rioplatenses fueron trasladados engrillados[60][35] a la estación naval británica de América del Sur en Brasil a bordo del HMS Beagle, al mando de Robert Fitz Roy y acompañado por Charles Darwin.
También se debe sumar que el tribunal juzgaba solamente a los ciudadanos británicos y los sublevados eran argentinos.
[66] Entre marzo y abril de 1833, Charles Darwin visitó las islas en el HMS Beagle.
[29] Robert Fitz Roy, quien se encontraba en la isla como capitán de dicho barco, ve la sublevación gaucha y abandona las islas.
En su lugar, se encontró con la colonia en un estado en ruinas, que Brisbane culpó a la incursión de la Lexington.
Fitz Roy interrogó a varios miembros que corroboraron el relato de Brisbane.
[72] Fitz Roy también narra la ocupación británica y el alzamiento de Rivero en pocas líneas no exactas:
[13] Años más tarde, los británicos comenzaron formalmente con la colonización de las islas, trasladando la capital a Puerto Argentino/Stanley en 1845.
Hoy en día Puerto Soledad es una granja privada y sus edificaciones actuales datan de los años 1840.
[85] Según los historiadores británicos, Rivero es considerado solamente como un delincuente y asesino, denominando al incidente que protagonizó «los asesinatos de Port Louis».