Antonina Roxa

Luego se convirtió en una importante terrateniente y empresaria, residiendo en Puerto Stanley hasta fallecer por cáncer.Sus compañeras de género eran Carmelita, una moza negra, y Gregoria Madrid.Estos individuos siguieron comercializando en nombre de Vernet, pero se negaron a que él regresara como comandante político-militar.[9]​ Los gauchos deseaban ser pagados con dinero como el capitán John James Onslow del Clio había prometido, pero Brisbane continuó con las políticas de Vernet.[11]​[4]​ Ella hizo un trato con el teniente Henry Smith, negociando que sí podía convertir el ganado salvaje de las islas en un rebaño para ordeñar y accedió a que pudiera quedarse con uno de cada dos terneros amansados.[12]​ Roxa era considerada como «miembro clave» de la pequeña comunidad,[10]​ en 1839 el teniente Robert Lowcay declaró que:Un capitán envió varias notas al Almirantazgo Británico, hasta que llegó el gobernador Richard Moody quien dijo que ella debía mantener el ganado.Quiso convertirse en una ciudadana británica plena y más tarde fue mencionada por el gobernador George Rennie como «extranjera que deseaba naturalizarse».[15]​ Hacia 1851 había conseguido empleo en la granja del monopolio de la Falkland Islands Company en Valle Esperanza.Luego se casó con un gaucho de Montevideo, Pedro Varela, un hombre diez años menor que ella, en 1851.