[1] Normalmente, está unido al bastidor del vehículo mediante tornillos y/o soldaduras.[2] El revolucionario monocasco con motor transversal y tracción delantera de 1959, el Mini (que se convirtió en un estándar para los automóviles modernos con tracción delantera), utilizaba bastidores auxiliares delanteros y traseros para proporcionar un control preciso de las ruedas tractoras mientras usaba una carrocería rígida y liviana.Por ejemplo, en un automóvil con su tren de potencia alojado en un bastidor auxiliar, las fuerzas generadas por el motor y la transmisión pueden amortiguarse lo suficiente como para no molestar a los pasajeros.Como un desarrollo natural de un automóvil con un chasis completo, los bastidores secundarios delanteros y traseros separados se utilizan en vehículos modernos para reducir el peso y el costo total.Además, un bastidor auxiliar aporta beneficios a la producción en el sentido de que es posible fabricar subconjuntos que se pueden introducir en la carrocería principal cuando sea necesario en una línea automatizada.